La ONU insta a comer insectos para combatir el hambre en el
mundo
Un informe de la FAO sostiene que muchas especies tienen
tantas proteínas como la carne y que su producción es barata
foto
Caramelos rellenos de gusanos, en Panamá. / Alberto Lowe (REUTERS)
La FAO, la Organización de Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura, sostiene que comer insectos puede ser una
posible solución al hambre en el mundo. Un
extenso y completo informe del organismo publicado hoy indica que muchas
especies tienen tantas proteínas como la carne y que su producción es barata.
En 2050 el mundo tendrá nueve mil millones de habitantes.
Para alimentar a esa ingente población se requerirá casi duplicar la producción
actual de alimentos, alerta la FAO, que estima que expandir la superficie
dedicada a la agricultura no es una opción sostenible. Los océanos están
sobreexplotados, y el cambio climático y la escasez de agua podrían complicar
la producción de alimentos. Para hacer frente a esos retos y a la hambruna—casi
un billón de personas sufre hambre en el mundo— los expertos de la ONU creen
que lo que comemos tiene que ser revaluado. Y ahí entran los insectos.
Los bichos son una fuente de alimento muy nutritivo y
saludable con alto contenido en grasas, proteínas, vitaminas, fibra y
minerales, dice el informe de la FAO. Por ejemplo, el contenido de proteínas,
vitaminas y minerales de los gusanos de la harina es similar a la del pescado y
la carne.
Se estima que los insectos forman parte de la dieta
tradicional de al menos dos millones de personas en el mundo. Se comen más de
1.900 especies, principalmente en África y Asia. Lo más consumido son los
escarabajos (31%) orugas (18%) y abejas y hormigas (14%). Después les siguen
los saltamontes, langostas y grillos (13%), cigarras, saltamontes,
chicharritas, cochinillas y chinches (10%), libélulas (3%) y moscas (2%).
Además de su valor nutricional, en la ONU señalan que los
insectos son una buena opción económica. "La recolección de insectos y su
crianza a nivel del hogar o la escala industrial puede ofrecer importantes
oportunidades de subsistencia para las personas, tanto en países en desarrollo
como en países desarrollados", indica el estudio.
"En los países en desarrollo, los miembros más pobres
de la sociedad pueden participar en el recolección, el cultivo, el
procesamiento y la venta de insectos. Estas actividades pueden mejorar
directamente sus propias dietas y proporcionar ingresos en efectivo a través de
la venta de los excedentes de producción", añade el informe. Los insectos
pueden ser recogidos directamente y con facilidad de la propia naturaleza o
criados con una inversión mínima.
La FAO enumera otros beneficios que tendría incorporar
masivamente los escarabajos o gusanos a nuestra dieta. Así, los insectos emiten
muchos menos gases de efecto invernadero que la mayoría del ganado (solo las
termitas y las cucarachas emiten metano) y sus emisiones de amoniaco son
también muy inferiores a las de la ganadería convencional, como los cerdos.
La promoción de la ingesta de insectos requiere estrategias
de comunicación a medida en las distintas zonas del mundo, opina la FAO. En los
trópicos, donde comer bichos está más aceptado que en occidente, la
comunicación debe ir encaminada a difundir que los insectos son una valiosa
fuente de nutrición para contrarrestar la creciente occidentalización de
dietas. En las sociedades occidentales, en cambio, los expertos de la ONU se
topan con una barrera psicológica: el informe indica, así, que se necesitan estrategias
de comunicación y programas educativos "que aborden el factor asco".
Enviado en red foroba
NOTA: EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO DE AMÉRICA LATINA COMEMOS VACAS, CHANCHOS, GALLINAS Y PESCADOS, DEBEN QUERER QUE SOLO EXPORTEMOS PARA EUROPA
No hay comentarios:
Publicar un comentario