Olesker: 900.000 personas salieron de la pobreza
en los últimos 8 años
El ministro de
Desarrollo Social, Daniel Olesker, afirmó que “un total de 900.000 personas
salieron de la pobreza entre 2004 y 2012”, al señalar que en 2004 el 39,9% de
la población era pobre; en 2008 el 22,4%, mientras que en 2012 esa cifra
disminuyó al 12,1%, asegurando que la meta del gobierno del presidente José
Mujica es abatir la pobreza a un 10% durante su administración.
Olesker, y jerarcas de su Secretaría de Estado participaron en un Encuentro Nacional con Responsables de Comunicación de Políticas, que contó con la presencia de unos 50 periodistas de todo el país, entre ellos los sanduceros Manuel Waisman y Carol Guilleminot.
La apertura de la actividad estuvo a cargo del ministro, quien analizó las cifras de abatimiento de la pobreza y la indigencia en los últimos años.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la pobreza cayó un 82% en las áreas rurales de nuestro país, un 70% en las ciudades del Interior y un 50% en Montevideo.
“El grueso de la pobreza tenía unas características asociadas a los aspectos estructurales. Geográficamente en la zona metropolitana del país, y en parte en la frontera Norte con Brasil, se daba fundamentalmente en hogares monoparentales jóvenes, con un número de hijos superior a la media o extendidos, y una fuerte presencia de personas sin enseñanza media e incluso primaria incompleta, así como a una presencia muy relevante en el mercado informal de trabajo, con baja calificación y alta rotación laboral; además de existir un alto porcentaje de población inactiva (vinculada en los hogares monoparentales extendidos, a la necesidad del cuidado de los hijos)”, se indicó.
Tras el análisis de las cifras, Olesker enfatizó que “los resultados son muy importantes y marcan una tendencia permanente a la baja. Eso se explica por tres razones: en el caso de la pobreza extrema, por las transferencias monetarias; en el caso de la pobreza moderada, a las políticas de ingreso vinculadas a jubilaciones, los salarios --que aumentaron un 350% en términos reales pasando de 1.350 pesos a los actuales 7.920-- y la formalización del trabajo. La disminución de la desigualdad --que no la abate la política de ingreso-- se debe a las reformas que modifican la manera como la gente aporta al erario público”. Agregó que las dos principales reformas “que cambiaron la desigualdad, porque gravaron más a los más ricos y desgravaron a las personas de ingresos bajos, fueron la reforma tributaria y la reforma de salud”.
Nuevos programas
Con la finalidad de continuar combatiendo la pobreza, el Mides lleva adelante programas “más focalizados a poblaciones específicas”, que se consideran prioritarios en la actualidad y están destinados a jóvenes, madres embarazadas y con niños de hasta tres años y familias. Para definir esas prioridades se tuvo en cuenta que estos tres problemas se establecieron sobre todo en Montevideo, Ciudad del Plata, Canelones, Artigas, Cerro Largo y Rivera, dado que la pobreza estas poblaciones se encuentran fundamentalmente en el área metropolitana y la frontera con Brasil.
Olesker señaló que el programa Jóvenes en Red, apunta a llegar al “núcleo duro de jóvenes que no estudia ni trabaja”; que el programa Cercanías está destinado a las familias; y que Uruguay Crece Contigo atiende a madres y niños de hasta tres años en siete zonas del país, cuatro de ellas ubicadas en la capital y tres en el Interior. Este último programa trabaja en la órbita de la Presidencia de la República, a través de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y coordina sus acciones con el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Desarrollo Social. Sus equipos están integrados por técnicas (casi todas mujeres) del área social y de la salud (sicólogas, nutricionistas, trabajadoras sociales, nurse, entre otras). El criterio de selección es variado, pero se priorizan las familias con embarazos adolescentes, problemas de desnutrición del niño o la mamá, casos de anemia, víctimas de violencia doméstica, entre otros.
Olesker, y jerarcas de su Secretaría de Estado participaron en un Encuentro Nacional con Responsables de Comunicación de Políticas, que contó con la presencia de unos 50 periodistas de todo el país, entre ellos los sanduceros Manuel Waisman y Carol Guilleminot.
La apertura de la actividad estuvo a cargo del ministro, quien analizó las cifras de abatimiento de la pobreza y la indigencia en los últimos años.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la pobreza cayó un 82% en las áreas rurales de nuestro país, un 70% en las ciudades del Interior y un 50% en Montevideo.
“El grueso de la pobreza tenía unas características asociadas a los aspectos estructurales. Geográficamente en la zona metropolitana del país, y en parte en la frontera Norte con Brasil, se daba fundamentalmente en hogares monoparentales jóvenes, con un número de hijos superior a la media o extendidos, y una fuerte presencia de personas sin enseñanza media e incluso primaria incompleta, así como a una presencia muy relevante en el mercado informal de trabajo, con baja calificación y alta rotación laboral; además de existir un alto porcentaje de población inactiva (vinculada en los hogares monoparentales extendidos, a la necesidad del cuidado de los hijos)”, se indicó.
Tras el análisis de las cifras, Olesker enfatizó que “los resultados son muy importantes y marcan una tendencia permanente a la baja. Eso se explica por tres razones: en el caso de la pobreza extrema, por las transferencias monetarias; en el caso de la pobreza moderada, a las políticas de ingreso vinculadas a jubilaciones, los salarios --que aumentaron un 350% en términos reales pasando de 1.350 pesos a los actuales 7.920-- y la formalización del trabajo. La disminución de la desigualdad --que no la abate la política de ingreso-- se debe a las reformas que modifican la manera como la gente aporta al erario público”. Agregó que las dos principales reformas “que cambiaron la desigualdad, porque gravaron más a los más ricos y desgravaron a las personas de ingresos bajos, fueron la reforma tributaria y la reforma de salud”.
Nuevos programas
Con la finalidad de continuar combatiendo la pobreza, el Mides lleva adelante programas “más focalizados a poblaciones específicas”, que se consideran prioritarios en la actualidad y están destinados a jóvenes, madres embarazadas y con niños de hasta tres años y familias. Para definir esas prioridades se tuvo en cuenta que estos tres problemas se establecieron sobre todo en Montevideo, Ciudad del Plata, Canelones, Artigas, Cerro Largo y Rivera, dado que la pobreza estas poblaciones se encuentran fundamentalmente en el área metropolitana y la frontera con Brasil.
Olesker señaló que el programa Jóvenes en Red, apunta a llegar al “núcleo duro de jóvenes que no estudia ni trabaja”; que el programa Cercanías está destinado a las familias; y que Uruguay Crece Contigo atiende a madres y niños de hasta tres años en siete zonas del país, cuatro de ellas ubicadas en la capital y tres en el Interior. Este último programa trabaja en la órbita de la Presidencia de la República, a través de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y coordina sus acciones con el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Desarrollo Social. Sus equipos están integrados por técnicas (casi todas mujeres) del área social y de la salud (sicólogas, nutricionistas, trabajadoras sociales, nurse, entre otras). El criterio de selección es variado, pero se priorizan las familias con embarazos adolescentes, problemas de desnutrición del niño o la mamá, casos de anemia, víctimas de violencia doméstica, entre otros.
TOMADO DE EL
TELEGRAFO DE URUGUAY
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