miércoles, 25 de junio de 2014

ENERGÍA EN CHILE

Principales problemas energéticos en el país son por falta de inversión de las empresas privadas
Nuestra realidad es clara y concisa: tenemos una matriz sucia, vulnerable y de alto costo. Pero, según los expertos, tenemos potenciales enormes en las energías renovables no convencionales. Todavía hay tiempo
para enmendar el rumbo. .
Tras el rechazo del megaproyecto de Hidroaysén se ha acentuado una verdadera campaña del terror de parte de sectores interesados en que el país continúe con un sistema energético dominado por las empresas privadas que manejan, a la vez, la generación, transmisión y distribución de electricidad en el país, que les permiten alcanzar grandes rentabilidades al año.
Lo dicen los estudiosos del tema, que los problemas energéticos que estamos teniendo son resultado de una pésima gestión de las propias empresas privadas, que de lo único que se preocupan es de sus rentabilidades y, en el caso de la transmisión, curiosamente no se han preocupado de invertir lo que corresponde.
"Falta dinamismo"
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, ha sido muy crítico con el rol de las eléctricas, apuntando a la falta de políticas de crecimiento por parte de las compañías del sector. Así lo planteó ante la Comisión de Minería y Energía del Senado, donde señaló que esto las ha llevado a no invertir una parte suficiente de los "importantes flujos de caja que han generado en los últimos años". En su opinión, esta es una de las causas principales de los altos costos de la energía en el país. "Falta dinamismo en la inversión y las empresas eléctricas hablan de factores externos, de la judicialización y de los problemas con las comunidades, pero este país es el mismo para las mineras, que invierten gran parte de su flujo de caja, pero vemos que la mayor empresa del sector eléctrico -aludiendo directamente a Endesa- destina en promedio sólo el 23% de su flujo de caja a inversión y pensamos que algo pasó con ellos".
Un país rico
El ambientalista Juan Pablo Orrego acusa que también "el problema de la carbonización es culpa de ellos. Cómo puedes entender que en el siglo 21 Chile, uno de los países más ricos del planeta, tierra rica en energías renovables no convencionales (ERNC), no las esté utilizando". Otro experto en energía como Miguel Márquez, Director Ejecutivo de energía inteligente Ltda. y Director de Energía y Medio Ambiente de la Fundación Progresa, advierte que "de no asumir los necesarios cambios tecnológicos -tanto los responsables de la política energética, como las empresas-, de instaurar nuevos modelos de negocios (en que ganen todos) y, en suma, de nuevos esquemas de funcionamiento de los mercados, nuestros hijos y nuestro medio ambiente pagarán cada vez más por la energía que requerirán. Salvo que la ciudadanía utilice su legítimo derecho de movilización, tal cual lo ha hecho contra Hidroaysén, las centrales a carbón y la nucleoelectricidad".  El megaproyecto de Hidroaysén consideraba cinco represas y la inundación de miles de hectáreas para su funcionamiento. El resultado era inyectar más energía cuando la crisis llegara.
Una vida sensata y buena
Para Luis Mariano Rendón, coordinador de Acción Ecológica, la decisión de los ministros viene a cumplir las promesas de campaña de la Presidenta de la República, además de ser la oportunidad para abrirse a nuevas fuentes energéticas. En su opinión, la supuesta crisis energética no es tal. Según él, todo se origina cuando los "expertos" consideran que hay que duplicar la cantidad de electricidad generada para el 2030, y si no se logra entraríamos a una crisis de desabastecimiento, escenario donde calza y se justifica la implementación de la central. "Bajo esa premisa se dice que necesitamos grandes obras. Nosotros cuestionamos eso, no creemos que tengamos que producir el doble de energía que hoy. Es posible, con una política sustentable, tener energía suficiente para una vida sensata, buena, sin la necesidad de las destrucciones que significan estos proyectos", explicó el ecologista a Cambio21.
Energías Renovables No Convencionales
En la lista de opciones para diversificar nuestra matriz energética figuran las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), la eficiencia energética y otras. En el caso de las ERNC, éstas son descalificadas incansablemente por sus supuestos altos costos. Juan Pablo Orrego reconoce que es una alternativa cara en cuanto a la inversión inicial, pero explica que "en términos de país la dirección que debiera adoptar Chile, pero con una voluntad política feroz, es desplegar las energías renovables no convencionales. Tenemos potencial solar infinito. Las nuestras son de las radiaciones solares de la más alta calidad e intensidad de todo el mundo, porque los cielos del norte de Chile, debido a la corriente de Humboldt, son los más transparentes del orbe. Tenemos un potencial geotérmico enorme. Los dos inutilizados. Hoy Chile tiene quizás 60, 80 megawatts en parque eólico. No hablemos de que no tenemos energía oceánica, olas, corrientes, mareas. Es muy pionero es una cuestión que está entrando en vigencia de a poco"
.Añade a Cambio21 que "la energía solar no tiene costo de operación una vez que tu construyes, en este momento aún es cara, pero está cambiando todo esto. Están disminuyendo los precios porque hay un tema de escala de madurez de oferta de las tecnologías. Entonces, el costo de inversión es elevado, es cierto, versus una mega hidroeléctrica. Sin embargo, una vez que se echa a andar la planta no tienes costos de operación, porque el sol es gratis". El ambientalista asegura que "en este momento no estamos enfrentando una situación energética gravísima en Chile. Lo que pasa es que hay problemas de precio, producto de la ley eléctrica de 1982 y de todos los errores que se han cometido en política energética desde la dictadura hasta el día de hoy, que se le entregó el desarrollo energético al mercado y a las empresas privadas que lucran con la venta de electricidad".
No hay sequía de proyectos
La ex candidata presidencial y ambientalista Sara Larraín, respecto de la situación que se visualiza sobre el déficit energético, aclaró que ello no significa que haya "una sequía de proyectos. Hoy nosotros tenemos prácticamente unos 2.000 mil megawatts en construcción y aproximadamente 10.000 mega con estudios de impacto ambiental aprobados, que pueden empezar a construirse en cualquier minuto. Esas son cifras oficiales, entonces no hay problema de centrales de generación. Lo que hay es una estrechez y una dificultad en las líneas de transmisión, porque el sector empresarial no ha hecho las inversiones. La ley general de servicios eléctricos le entrega al sector privado la generación, la transmisión y la distribución".
Larraín enfatizó a Cambio21 que la infraestructura de transmisión actual "de una u otra forma ha ido generando una matriz cara, sucia y con un sistema de tarificación que es súper poco transparente. Porque no es posible que a todos los chilenos se les esté cobrando toda la energía a precio de petróleo, cuando sabemos que este es el último que entra para cubrir los peak (al fijar la tarifa), porque es más caro; resulta que a la gente se le está cobrando todo a precio de petróleo, en circunstancias que hay un porcentaje importante de híbrido, otro porcentaje de carbón y otro de gas natural. Entonces aquí también hay que echarle mano a una reforma al sistema tarificación marginalista".

Lo importante de la decisión del Consejo de ministros de rechazar Hidroaysén -enfatiza- "es una tremenda lección de que el Estado va a tener que ponerse las pilas, no acoger a tramitación cuando falte información en los proyectos, porque o si no se pasan ocho años con los aparatos del Estado preocupados y gastando tiempo, que pagamos todos los chilenos, para revisar este proyecto. Estamos en una situación en que se ha puesto en tela de juicio cómo ha funcionado el Estado y éste va a tener que mejorar su funcionamiento en esta área y ver cómo nos permite realizar un desarrollo eléctrico pensado con participación ciudadana, con proyectos bien evaluados. Aquí hay una oportunidad de ir hacia un desarrollo eléctrico que responda más al interés público, al bien común y no solamente al lucro empresarial".
El problema no es insalvable
María Isabel González, gerente general de Energética, comentó a Cambio21 que en relación a Hidroaysén "entiendo que hubo razones, tal como lo han dicho no sólo el ministro de Medio Ambiente sino también el de Energía, que había falencias en el proyecto y que, por lo tanto, lo que correspondía, desde la perspectiva ambiental, era el rechazo". Sin embargo, la experta cree que "esta situación es una mala noticia desde la perspectiva del abastecimiento eléctrico. Si bien este proyecto iba a estar operando en 10 años más, para entonces nuestros consumos se van a haber duplicado y, por lo tanto, esa energía se requiere. En el fondo, el plazo de los 10 años da tiempo como para instalar otro tipo de unidades, como las centrales termoeléctricas, que son las que pueden reemplazar, efectivamente, a estas centrales de embalse. Por lo tanto, el problema no es insalvable y el efecto en precios tampoco debiera ser relevante, fundamentalmente porque el sistema marginalista de precios que tenemos en Chile y en muchos países, determina que el precio de la energía eléctrica corresponde al costo de generar el último kilowatt hora que requiere el sistema".
Añade que "éste casi nunca es generado por centrales hidroeléctricas, porque siempre es necesario tener, por seguridad, una participación de las centrales termoeléctricas. Y el costo de generar el último kilowatt hora es más alto, porque corresponde al costo variable de generar una central termoeléctrica, que requiere un combustible. Es más alto que una central hidroeléctrica, porque con ésta son mínimos los costos de operación, fundamentalmente son de inversión. Entonces el efecto en precios no debiera ser tan fundamental si esa energía es reemplazada por centrales eficientes, llámese centrales a carbón y dependiendo del precio del gas natural y o centrales a gas natural".
Centrales termoeléctricas
González destaca que lo malo de que se haya rechazado Hidroaysén es que "muchos sectores lo pueden interpretar como que es un freno al desarrollo hidroeléctrico. Y resulta que en Chile el recurso con que contamos es la hidroelectricidad, porque no tenemos petróleo ni gas natural; sí hay carbón en el extremo sur, pero no de tan buena calidad como los importados. No aprovechar ese recurso propio sería bastante poco inteligente, por decir lo menos", dijo. "Para los precios de la energía eléctrica, más importante que las centrales hidroeléctricas o las centrales eólicas o solares son las centrales termoeléctricas, esas son las que fijan precios. Por lo tanto, oponerse al desarrollo termoeléctrico es un mal negocio para cualquier chileno", señaló en relación a los altos valores que podrán alcanzar las tarifas eléctricas.
 Chilectra y la demanda histórica de potencia
Casualidad o no, Chilectra informó, un día después de que fuera rechazado Hidroaysén, que la demanda de energía de la zona de concesión de la compañía, compuesta por 1,7 millón de clientes de 33 comunas de la Región Metropolitana, registró la demanda máxima histórica de potencia, la que alcanzó los 2.936 Megawatt (MW).
Esta cifra equivale a un crecimiento de 9,8 por ciento respecto de la demanda máxima alcanzada el 5 de julio de 2013. En la misma línea, el miércoles 11 de junio la energía total demandada también se convirtió en la máxima histórica, con 53,7 Gigawatt por hora (GW/h), superior en 2,7 por ciento a la de agosto de 2013, cuando marcó 52,3 GW/h. Según Chilectra, estas cifras se explican producto de la marcada estacionalidad invernal en que la demanda de energía se ha incrementado en gran medida por el aumento del uso de equipos de climatización, específicamente para calefaccionar los hogares, desplazando otros tipos de energía.
Pero sin duda que lo más importante es que la gente cuente con el suministro energético lo que no ha ocurrido en las últimas dos semanas en que varias comunas, por tanto cientos de hogares, estuvieron sin luz. Lo peor de todo es que fue en días de lluvia y mucho frío viéndose perjudicadas sobre todo las familias que cuentan con estufas eléctricas porque no pueden usar otro tipo debido a que contaminan el ambiente y los niños y adultos mayores no pueden exponerse, pero en estos casos, cuando se corta la luz quedan sin calefacción lo que también influye en la salud de la población.
En todo caso, Chilectra no ha entregado una respuesta concreta respecto a las razones de los últimos cortes de energía, que no solo ocurren en la Región Metropolitana sino también en el resto del país. TOMADO DE CAMBIO 21 DE CHILE POR SUGERENCIA EN ENVIO DE BOLETIN GAL 

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