Hay 34 barcos hundidos frente a la ciudad de Buenos
Aires: dónde se encuentran
Están bajos las aguas entre La Plata y Tigre; sólo son
removidos aquéllos que representan un peligro para la navegación
Los barcos hundidos siempre despiertan fantasías. ¿Dónde
están? ¿Qué les pasó? ¿Qué transportaban? Frente a la ciudad de Buenos Aires,
entre La Plata y el Tigre, hay por lo menos 34 barcos hundidos en el Río de la
Plata, de acuerdo a la División de Buques Náufragos e Inactivos de la
Prefectura Naval Argentina. Hay más, pero estos son los que están en
observación de la fuerza, que los monitorea para que no se produzcan
accidentes.
Uno de los barcos
rescatados por Prefectura.
Sólo se retiran del río los barcos que pueden representar un
peligro para la navegación, especialmente para los veleros, ya que sacar un
buque del río es muy caro y tiene un riesgo ecológico. De todas formas, la
Prefectura se encarga de mantener informados a los navegantes de los lugares
donde hay barcos hundidos. Estos figuran en los GPS y en las cartas náuticas.
Los barcos mencionados allí se hundieron entre 1923 (el
vapor Speranza) y noviembre de 2015 (el velero Madness). El Speranza se hundió
al chocar contra el Ciudad de Montevideo y quedó en el fondo del río. La
intervención del remolcador Thiers evitó que hubiera víctimas.
El vapor Speranza se
hunde en el Río de la Plata. Foto: AGN
En tanto, el velero Madness se hundió el 26 de noviembre de
2015 mientras participaba de la regata Buenos Aires-Punta del Este a 40 millas
de Montevideo al sufrir un desperfecto en el timón que provocó la entrada de
agua. Los tripulantes lucharon por salvar al barco, pero debieron abandonarlo y
fueron rescatados por los veleros Pura Vida y Tuvalu II.
Uno de los casos más dramáticos de los últimos años fue el
del buque Aredelta I, que se hundió a la altura de La Plata el 13 de noviembre
de 2006. El barco, que transportaba bobinas, se partió al medio y sus ocho
tripulantes fueron rescatados por personal de Prefectura. Como la embarcación
no representa riesgos para la navegación, nunca fue sacada del agua.
El Aredelta I se
partió al medio y sus tripulantes fueron rescatados por Prefectura. Foto:
Prefectura
Cómo se decide el rescate
El subprefecto César Bevacqua, jefe de la división Buques
Náufragos de Prefectura, aclara que sólo se remueven los barcos que representen
un peligro para la navegación, ya que sacar una embarcación de las aguas es muy
costoso y se corre el peligro de un posible derrame de combustible. Además,
antes de retirar el barco se deben publicar edictos en los diarios para evitar
un posible juicio del dueño.
Estos trámites suelen llevar un tiempo. En junio de 1976,
por ejemplo, se publicó en el Boletín Oficial la decisión de dar por
abandonados los barcos Focrist (hundido en 1926 en Punta Indio) y Concepción
(hundido en 1970 en la zona de La Plata). Ambos permanecen aún bajo las aguas.
Remover un barco del
río es un proceso complicado y caro.
La Prefectura identifica a los buques que naufragaron y
puedan ser un obstáculo para la navegación y las operaciones portuarias o un
peligro para la preservación del medio ambiente, las vías navegables y la
infraestructura portuaria. También pueden convertirse en un impedimento para el
libre escurrimiento de las aguas.
El barco que sacaron
de Dársena Norte. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk
En noviembre del año pasado, el gobierno de la Ciudad retiró por partes los restos de un barco hundido en la Dársena
Norte que obstruía el escurrimiento del agua de lluvia. Se trataba de
un barco carguero a vapor de aproximadamente 1930, de unos 45 metros de eslora
y 40 toneladas de peso, con casco de acero remachado, que estaría probablemente
en reparación en el muelle y que quedó a la deriva, deteriorándose poco a poco.
La tarea del práctico es vital para que un barco de gran
tamaño pueda amarrar en el puerto. Se trata de un marino conocedor del lugar
que sube el buque para ayudar al capitán de en las tareas de navegación y
maniobra.
Carlos Bidabhere es capitán de ultramar, licenciado en
Transporte Marítimo y un práctico con gran experiencia en el Río de la Plata.
Resalta la importancia del trabajo de Prefectura en mantener actualizada la
información de los barcos hundidos que pueden afectar la navegación. "Los
barcos hundidos están balizados. Hoy vos navegás por canales, pero hay
embarcaciones que van por afuera. Hay gente que se va a Colonia y no sabe que
se hundió un pesquero y te lo podés tragar. Es un peligro para la
navegación", señala.
Lo que hace Prefectura es mantener actualizados a los
práctiocos con partes de vías navegables. "En cuanto a los barcos
hundidos, lo que más sabemos, son los que están en el rada (el lugar donde
anclan las naves) de La Plata", afirma Bidabhere Todos los barcos
confluyen ahí y esperan instrucción. Los barcos que están cerca de los canales
tienen mayor nivel de observación, si se hunde lejos no gastan plata para
rescatarlo.
Bidabhere aclara que los barcos de carga "es mucho más
complicados que se hundan", por la profundidad del Río de la Plata, que es
de 11 metros en los canales navegables. "Salís de ahí y son 5 metros y
salvo que haya una colisión es difícil que pase algo", explica el
práctico. El último año ocurrió una y hubo que mandar remolcadores. Lo más
probable es que se puedan hundir embarcaciones menores que se llevan un banco
de arena puesto o chocan contra el resto de una embarcación.
Ignacio García Canteli practica vela y asegura que los
peligros que pueden enfrentar quienes practican su especialidad son "la
mala señalización, la falta de luces y los fierros de barcos hundidos que
pueden salir al descubierto", porque los sedimentos del fondo están en
constante movimiento. "Me ha pasado de no encontrar luces que en la carta
náutica están señalizadas", dice García Canteli, que reconoce que los
accidentes suelen ocurrir, aunque afirma que "no es complicado navegar en
el Río de la Plata". TOMADO DE LA NACION DE AR
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