La vacuna contra la hepatitis A que reciba su bebé puede
protegerlo a él y a usted
Proteja a su bebé y a su salud al ponerle la vacuna
contra la hepatitis A a su bebé. Los bebés pueden tener una infección por
hepatitis A sin presentar síntomas y pasar el virus a los adultos que no estén
vacunados, quienes pueden enfermarse mucho.
El virus de la hepatitis A se encuentra en las heces (caca)
de las personas que tienen este virus. Se propagan cuando una persona se lleva
a la boca un alimento u objeto que tenga virus de la hepatitis A. La cantidad
de materia fecal sobre el objeto puede ser tan pequeña que no se pueda ver a
simple vista, de modo que, aunque algo se vea limpio, todavía es posible que
tenga virus de la hepatitis A.
Los bebés y la hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad del hígado grave causada
por el virus de la hepatitis A. Los bebés y los adultos pueden contraer
hepatitis A cuando beben bebidas o comen alimentos contaminados con el virus o
cuando se llevan a la boca las manos u objetos contaminados con el virus. El
virus de la hepatitis A se propaga con facilidad a otras personas, incluso
cuando practican buenos hábitos de lavado de manos. Por esa razón la vacuna
ofrece la mejor protección.
Los bebés pueden pasar la infección por hepatitis A a los
cuidadores que entren en contacto con sus heces infectadas (caca).
Síntomas de la hepatitis A
La hepatitis A puede causar:
- Fiebre
- Fatiga
- Poco
apetito
- Dolor
de estómago
- Náuseas
- Ictericia
(coloración amarillenta de la piel y los ojos)
La mayoría de los bebés y niños menores de 6 años que
contraen el virus no presentan síntomas, por lo tanto, puede ser difícil saber
si su bebé tiene hepatitis A. Aun cuando no tengan síntomas, los bebés
pueden pasar la enfermedad a otras personas, incluso a sus padres o cuidadores
no vacunados. Cuando los niños de mayor edad o los adultos contraen la
enfermedad de un niño no vacunado, pueden enfermarse mucho y tener síntomas que
duran hasta 6 meses y necesitar atención médica en el hospital.
Prevenga la hepatitis A con la vacuna segura y eficaz contra
esta enfermedad
La vacuna contra la hepatitis A es muy segura y eficaz para
prevenir esta enfermedad. Al igual que cualquier medicamento, las vacunas
pueden provocar efectos secundarios, aunque es extremadamente raro que esta
vacuna produzca efectos secundarios graves. Los efectos secundarios más comunes
suelen ser leves y duran 1 o 2 días. Los efectos secundarios leves incluyen
dolor en el brazo por la inyección, dolor de cabeza, cansancio, fiebre leve
(menos de 101 oF) y pérdida del apetito (no tener ganas de
comer).
Desde que la vacuna comenzó a estar disponible en 1995,
millones de personas han recibido la vacuna contra la hepatitis A en los
Estados Unidos y no se han reportado efectos secundarios graves. Por último,
los riesgos potenciales asociados a la hepatitis A son mucho mayores que los
riesgos de ponerse la vacuna.
¿Por qué debería mi bebé recibir la vacuna contra la
hepatitis A?
La vacuna contra la hepatitis A:
- Protege
a su hijo contra la hepatitis A, una enfermedad potencialmente grave.
- Protege
a otras personas contra esta enfermedad porque los niños menores de 6 años
con hepatitis A generalmente no tienen síntomas, pero a menudo transmiten
la enfermedad a otras personas sin que nadie sepa que estaban infectados.
- Previene
que su hijo falte a la escuela o guardería (y que usted falte al trabajo
para cuidar a su hijo enfermo).
¿Cuándo debería mi bebé recibir la vacuna contra la
hepatitis A?
Los bebés deben recibir 2 dosis de la vacuna contra la
hepatitis A para estar mejor protegidos contra esta infección. Su bebé debería
recibir:
- La
primera dosis entre los 12 y 23 meses de edad.
- La
segunda dosis 6 meses después de la primera.
¿Deberían los padres recibir la vacuna contra la hepatitis
A?
Los padres que no se hayan puesto la vacuna contra la hepatitis
A y quieran tener protección pueden ponérsela, pero los CDC recomiendan que en
el caso de los que estén en mayor riesgo de tener infecciones o complicaciones,
tanto ellos como sus bebés reciban la vacuna. Por ejemplo, los padres,
cuidadores y otras personas no vacunadas que tengan contacto cercano con un
bebé recientemente adoptado de un país donde la hepatitis A sea común están en
mayor riesgo de contraer esta infección. Si usted está adoptando un hijo,
póngase la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis A lo antes posible,
idealmente al menos 2 semanas antes de que llegue el bebé adoptado. En cuanto
el bebé cumpla los 12 meses de edad, asegúrese de que le pongan la vacuna
contra la hepatitis A.
Para obtener más información sobre la hepatitis A y la
vacuna, hable con el médico de su hijo o visite la página web sobre la hepatitis A.
Tomado de envio del cdc de eeuu
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